jueves, 26 de agosto de 2021

Cinco flores en invierno

 Hace tanto que no paso por aqui, que quiza ni me acuerde de como se llora. 


Espero que al leer esto te acuerdes de lo que nos hemos querido. Yo desde luego si. Ya pon tu la otra parte. 

Siempre he sido una persona dura a la hora de hablar, sobre todo de las cosas que me hacen daño. Supongo que hablar duro ayuda a serlo. Pero uno se desgasta de tanto roce. Y una herida en piedra dura mucho tiempo como para dejarla atrás en un día. 

Todos sentimos dolor y cada uno intenta llevarlo a su manera. Y te aseguro que si vertiera toda esta sal en un rio de agua dulce, podría salarlo. Quizá bañándome en él cicatrice todo. 

Te he querido tanto, que creo que no sé ni escribirlo y por ello puede que no se entienda. Pero por alguna extraña razón siempre supe que tu pasado te iba a alcanzar hasta el punto de matarnos. Yo siempre he tenido esa maldición.

Piensa en mi, aunque sea de vez en cuando. Piensa en todo lo que podríamos haber sido, si no fuera por los dos. Pero echate tu parte de culpa, que yo la mía la conozco de sobra. 



Hemos sido cinco flores en tu invierno. 

Ojalá ahora empieces la primavera, 

aunque sea sin mi. 

jueves, 17 de octubre de 2019

Ersa siempre será un pájaro valiente.

No, no era un simple pájaro. Y nunca lo será.
Era mi pájaro, mi pollito, mi Ersa.
Hoy los pájaros no cantan, tu campana no tintinea y tu pequeño reino llora a su reina.
Has sido mi hija, la que ronroneaba al verme y abría sus alitas. Ojala hubieras podido volar más con ellas. Lo siento mucho.
Ojala encuentres una nube de la que colgarte boca abajo y muchos bebederos que morder.
Por mi parte, echaré de menos tus imitaciones, tu piar a todas horas y tus soniditos al verme o escuchar como me preparaba un vaso de leche. Como me espiojabas el pelo, tus picotazos y como me lamias cuando te acariciaba.
Brillante y amarilla como el sol. Mejillas de atardecer. Pequeño Fénix.
No dejes de volar y si algún día te cansas, mi cabeza siempre será tu nido al que volver.


Hasta que nos volvamos a ver pollito. Te quiero.

sábado, 17 de agosto de 2019

Voy a ser sincero si te digo que se me ha parado el corazón.
Si te digo que ya no sé escribir. Quizá por eso.

Si te digo que no sé como suenan mis cuerdas vocales y me hago un nudo al intentar bailar.
Que no he olvidado aquellos olores, pero no los he vuelto a sentir en la brisa.
Que mis sueños ya no crean, solo recrean y qué hago con eso si no olvidar.


Y si los fuegos artificiales no me hacen chiribitas, ni las teclas de tu piano latir.
No sé qué vamos a hacer. 

lunes, 21 de enero de 2019

No te quise nunca, pondría la mano en el fuego y sé que sentiría frió. Jamás me quisiste tú a mí, me metería en un bosque en llamas y saldría ileso al jurar esto.
Voy a empezar la siguiente frase con lo que nunca fuiste: Mi amor, nadie ha ocupado aún tu lugar porque nunca tuviste uno.
Ojalá te sirva de algo saber que el dolor de tu muerte no llegará al quinto día. Y que al sexto alguien meterá mi corazón en un circuito de alta velocidad.

Alguna vez empezaré por el final, porque la última página de un buen libro siempre te deja con la boca abierta.

No voy a quererte nunca, pero deberías probar a que sabe alguien que ha nacido por segunda vez y aún no le tiene miedo a la muerte.

Al parecer cuando dices esa frase, luego te besan.


jueves, 8 de marzo de 2018

"Cada carta contiene los sentimientos de alguien. No existe una que no merezca ser entregada, Violet".

He escrito muchas cartas, pero ninguna a ti. Soy especialista en buscar excusas, pero supongo que no era el momento.

Jesús, no te preocupes. 
Todo va a ir bien siempre has tenido el don de la suerte y la fuerza suficiente. Y, aunque te resulte extraño, no estas solo. Estoy seguro de que hay algo que solo tú puedes hacer, lo importante es seguir, despacio o a toda hostia, pero seguir. Por favor, no te rindas nunca. Has salido adelante tantas veces, que dejar la historia a medias sería injusto. 

Yo nunca he creído en Dios, pero si tuviera que creer en algo, seria en ti. 

lunes, 29 de mayo de 2017

"Este es el lugar al que vengo a llorar"

He dejado demasiadas flores en mi propia puerta, por si algún día decidía volver. Todas las que tu no vas a dejar y ni siquiera vas a ver, porque no vas a pasar.
Espero que los altavoces de tu aeropuerto te digan que tienes que marcharte y no te acuerdes de todos esos momentos que no habremos tenido de no ser porque siempre era que no. Ni mires hacia la puerta esperando verme entrar corriendo como si la vida se me fuera volando. Y no te arrepientas de que una vez allí, no vas a poder localizarme. Y en ese entonces, me eches de menos más que para escribir un mensaje. Tanto, como para ser tú el que llevaba las flores.

Espero que cuando estés conduciendo por mitad de la autopista no te vengan a la cabeza todas esas palabras que nunca me has escrito, ni todas las veces que no le has demostrado a todos cuanto nos hemos querido. Ni lo mucho que has estado ocupado siempre en ti. Ni porque no te acordaste aquella noche de nosotros y lo mucho que te gustaría darme mañana los buenos días que nunca me harás.

Ahora no, no hay nadie que te acarie la barba, ni casa, ni perro, gato y koala.
 


El problema esta en cuando hacemos algo por alguien a quien queremos, nos hace sentir imbéciles, pero estaríamos dispuestos a hacerlo de nuevo.